Construcción: la casa propia se reinventa
Inversión. El confinamiento domiciliario favoreció las reformas hogareñas. Con el fin de la cuarentena, las obras retomaron ritmo.
Invertir en el hogar se consolidó como tendencia durante los meses de cuarentena por el Covid-19. La imposibilidad de viajar, el alto valor del dólar (y las limitaciones para su compra) y el mayor tiempo de permanencia en casa cambió los hábitos y el orden de prioridades para las personas.
Durante los últimos meses de 2020, las refacciones y los arreglos en casa aumentaron considerablemente y rubros como ferreterías y pinturerías incrementaron las ventas respecto del período pre pandemia. Según un relevamiento de la Cámara de Ferreterías de la República Argentina (Cafara), las ventas subieron un 20 por ciento en los últimos cinco meses del año pasado, sobre todo en los comercios barriales. Algo similar sucedió en el rubro pinturería: de acuerdo a la Cámara Argentina de pinturerías (Capin), durante 2020 se vendió un 19 por ciento más que en 2019.
También en verano
Los datos preliminares sugieren que durante el verano muchas familias siguieron destinando sus ahorros a acondicionar sus hogares y también a avances de obra. La estación estival y las vacaciones siempre se caracterizaron por la posibilidad de disponer de más tiempo para hacer todo lo que uno postergó durante el año; eso se suma al contexto actual, con muchas familias que pasan el verano o las vacaciones en sus casas, lo que hizo que muchos se decidieran a reformar y construir.
“Más que un gran empuje, hay que tener en cuenta que durante mucho tiempo estuvieron paradas las obras. Cuando se reabrió la actividad, en 20 días se hicieron 1.600 obras, pero todas estaban en proceso desde antes de la pandemia. Hay gente que tenía dólares guardados y aprovechó para construir, pero para los sectores medios la vivienda propia sigue siendo casi inaccesible. Es muy alto el valor de la tierra, cuesta más un terreno bien ubicado que construir la casa. Además, no hay líneas de crédito accesibles; el apoyo de los gobiernos nacional, provincial y municipal es lo único que puede mover el mercado”, apunta Daniel Ricci, titular del Colegio de Arquitectos.
Desde su mirada, el movimiento reciente en la provincia de Córdoba obedece a quienes estaban yendo despacio en sus obras y aceleraron, del mismo modo que se aceleraron todas las operaciones digitales. Lo que sí ha cambiado mucho es la demanda de equipamiento y arreglos dentro de la casa: por la situación de confinamiento domiciliario, las familias se empezaron a manejar de otra forma. Al interior de la vivienda hay espacios que tuvieron que empezar a funcionar como estudios, como gimnasio, como lugar de recreación, donde las familias sumaron una serie de actividades que antes no eran habituales.
“Se adecuaron y aggiornaron las viviendas a la nueva coyuntura, lo que impactó en el reacondicionamiento, en el amoblamiento; se trata de un proceso que tiene un impacto a futuro. Hay cambios tanto en el interior como en el exterior. Los costos de los materiales se han ido a las nubes y hubo problemas de desabastecimiento que complican la tarea de construir”, concluye Ricci, y aclara que el costo del metro cuadrado será actualizado en breve por el departamento de Estadísticas del Colegio de Arquitectos, dado que el último dato disponible es el correspondiente a diciembre de 2020.